El desayuno es una de las comidas principales en la que se suelen incluir una buena parte de los nutrientes necesarios del día. También suele ser una de las comidas en la que se abusa de alimentos poco recomendables como embutidos, mermeladas, galletas o productos de bollería y azucarados.
Muchas personas no suelen variar demasiado sus desayunos, convirtiéndose en una comida monótona. A continuación, ofrecemos las claves para realizar desayunos variados y saludables.
¿Qué debe contener un desayuno para que sea completo?
En primer lugar, debemos tener en cuenta que el desayuno puede ser una sola toma o ir repartido en dos tomas: a primera hora de la mañana y al mediodía. Este segundo caso nos va ayudar a repartir mejor los diferentes grupos de alimentos durante la mañana y llegar a realizar un desayuno completo, además de regular mejor nuestro apetito. Por ello, entre primera hora de la mañana y media mañana, deberemos incluir los siguientes grupos de alimentos:
– Lácteo sin azúcar (leche, yogur, queso…) u otro alimento fuente de proteína (huevo, pescado en conserva, pavo…)
– Cereal preferiblemente integral (pan, tostadas, cereales de desayuno sin azúcar)
– Fruta
Opcionalmente también podemos añadir frutos secos, hortalizas como por ejemplo unas rodajas de tomate, o un poco de chocolate negro.
Puedes ver algunos ejemplos y su contenido en hidratos de carbono, en el mantel de desayunos:
De la misma forma, en las meriendas es recomendable priorizar opciones como fruta fresca, frutos secos, cereales integrales o lácteos. En función de lo que se haya consumido a lo largo del día, en la merienda se pueden ofrecer alimentos diferentes para complementar la ingesta diaria. Algunos ejemplos pueden ser un yogur con frutos secos o una fruta.