Típicamente mejicana, esta es una receta que en su cultura se asocia a festividad, reuniones familiares, con amigos, etc. Este mismo relleno, aparte de comerse con la tortilla, también se acostumbra a comer acompañado de tostadas o como relleno de empanadas.
1. Trocear y hervir la pechuga de pollo en un cazo con agua, los dos dientes de ajo pelados, el laurel y una pizca de sal.
2. Una vez que ya esté cocido el pollo, escurrirlo, reservar los ajos y el caldo resultante aparte, y deshilacharlo con las manos para que queden tiras finas.
3. Machacar los fríjoles con unas gotas de aceite usando un tenedor hasta obtener una pasta. Salpimentar y reservar.
4. Pelar y rallar la zanahoria.
5. Pelar y picar la cebolla y el ajo cocido que teníamos reservado.
6. Ponerlos a pochar en una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Rallar los tomates encima y dejar que se siga cocinando.
7. Añadir el pollo deshilachado, media taza del agua de la cocción y dejar cocinar a fuego bajo hasta que haya perdido casi toda la humedad. Entonces, retirar del fuego y poner a punto de sal y pimienta.
8. Pelar y cortar a cuñas el aguacate. Aliñarlo con zumo de limón, sal y pimienta.
9. Disponer encima de la tortilla de maíz un poco del puré de fríjoles en la base, colocar encima un par de cucharadas del guiso de pollo, sobre éste un poco de zanahoria rallada, un trozo de aguacate y acabar poniendo un poco de queso fresco.
10. Servir la tinga de pollo con un poco de cilantro fresco y unas gotas de zumo de limón por encima.
4 tortillas de maíz grandes
200 g de frijoles cocidos
1 pechuga de pollo
2 tomates
1 cebolla
1 zanahoria pequeña
80 g de queso fresco
1 aguacate
1 limón
2 dientes de ajo
Cilantro fresco
Laurel
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta
26.7 g de hidratos de carbono corresponden a 2,5 sobres de azúcar