¡Ya se nota que estamos en primavera! Con la llegada del buen tiempo salimos más y hacemos más planes fuera de casa. Así que también es el momento perfecto para hacer planes que nos mantengan físicamente activos cada día (pasear por las calles de nuestra ciudad, visitar nuevos sitios…).
Como todos sabemos, el ejercicio físico es muy beneficioso para estabilizar los niveles de azúcar en sangre y reducir riesgos de la diabetes. De hecho, es uno de los tratamientos no farmacológicos más efectivos para combatir las complicaciones de esta enfermedad, e incluso revertirla en casos de diabetes tipo 2 recién diagnosticados.
Aun así, este ejercicio físico se suele asociar con el hecho de sudar; es decir, si no sudamos, no sentimos que el ejercicio es efectivo. Además, en muchas ocasiones, es el tipo de ejercicio que más cuesta de realizar. Por eso, no se practica de forma regular, y no se consiguen los objetivos deseados.
Pues hoy os traemos buenas noticias: con solo salir a caminar cada día, se pueden obtener los mismos beneficios que el ejercicio intenso con relación a la diabetes. Nos explicamos: diferentes estudios recientes han demostrado que mantener un estilo de vida activo durante todo el día es más efectivo que el ejercicio intenso de corta duración de forma poco recurrente.
Eso significa que no es necesario pasarse horas corriendo o en la cinta del gimnasio, sino que focalizarse en realizar cada día cualquier tipo de movimiento va a ayudar a aumentar la sensibilidad a la insulina, siendo efectivo para el control de la diabetes. A la práctica, esto se traduce en: dar paseos diarios, hacer las tareas de casa, desplazarte andando o en bicicleta, escoger las escaleras en vez del ascensor… es decir, moverse siempre que se pueda. Otra situación práctica y muy beneficiosa sería, si tienes un trabajo que requiere pasar muchas horas sentado, hacer pausas activas de forma frecuente; por ejemplo, cada 30 minutos sentado, moverte unos 3 minutos para contrarrestar los efectos de la silla.
Se ha comprobado que estos efectos se empiezan a notar a los 20-30 minutos. Aun así, no significa que nos tengamos que limitar a esta cantidad mínima; cuanto más hagas, mejor.
Y, a parte de andar, es cada vez más evidente que el ejercicio de fuerza es de los más eficientes para aumentar la sensibilidad a la insulina, es decir, el cuerpo tiene una mayor capacidad de responder de forma eficaz a la insulina, la responsable de regular los niveles de azúcar en sangre. Además, es el tipo de ejercicio que ayuda a mantener el estado de salud muscular y óseo a lo largo de los años. Eso no equivale a ir al gimnasio, sino que, con algunos ejercicios en casa, ya se consiguen los resultados. Algunos ejemplos: https://diabetesalacarta.org/ejercicio-fisico-en-la-diabetes/el-ejercicio-de-fuerza-muscular-como-hacerlo/
Cabe decir que, a parte de los beneficios para la diabetes y la obesidad, el ejercicio físico tiene efectos en la salud cardiovascular, respiratoria, mental y emocional. Está demostrado que potencia la cognición y reduce el riesgo de sufrir enfermedades como Alzheimer y depresión, entre otros.
Así que ya sabes, haz que en tu día a día siempre haya unos minutos de movimiento.