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23 de junio: verbena de San Juan

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El 23 de junio se celebra la verbena de San Juan. Es la noche más corta del año y también una de las más mágicas, en la que se encienden hogueras en las plazas y las playas de los pueblos para celebrar la llegada del verano y dependiendo de la región donde se celebra, las costumbres varían. En Catalunya las familias y amigos se reúnen para disfrutar de una buena cena y acabar con la coca de San Juan, un dulce típico confitado con mazapán, crema o nata.

Pero ¿una persona con diabetes puede comer dulces?
La alimentación de las personas con diabetes debe ser la misma que la del resto de la población: una alimentación sana, equilibrada y adaptada a cada individuo que incorpore alimentos de todos los grupos, reservando los dulces para ocasiones especiales. Aun así, la diabetes requiere un control especial de aquellos alimentos ricos en hidratos de carbono que se incluyen en cada comida, para evitar oscilaciones en los niveles de glucosa en sangre.

Los alimentos ultraprocesados aportan una cantidad elevada de azúcares que es necesario controlar, además de grasas de mala calidad, un elevado contenido en sal y otros ingredientes imposibles de descifrar. Por tanto, en aquellas ocasiones especiales en las que vayamos a consumir dulces recomendamos que estos sean de buena calidad, de panadería artesanal o pastelería de confianza o incluso, hacerlos nosotros mismos.

Preparar los dulces en casa nos ayuda a tener un control de los hidratos de carbono, según los ingredientes y cantidades que utilizamos. A través del siguiente enlace (https://diabetesalacarta.org/recetas/coca-de-san-juan/) encontrarás la receta de la coca de San Juan para hacerla en casa.

Si por el contrario, recurres a las versiones preparadas del supermercado o de la pastelería, vigila con los productos “aptos para diabéticos” porque aunque contengan menos cantidad de azúcar, que suele sustituirse por edulcorantes, tampoco hay que abusar. La clave está en seguir una alimentación saludable y poder disfrutar de estos dulces de forma ocasional, vigilando las cantidades que se consumen.

¡Feliz verbena de San Juan!